La cantidad es una cuestión subjetiva y depende del tamaño de la zona a tratar. Unas gotas bastan para todo el rostro. Dispénsalas con el dosificador cuentagotas y aplícalas directamente en el rostro o primero en las manos. Masajea suavemente el producto hasta su absorción.
¡También puedes añadir unas gotas a tu crema hidratante!